El autismo es un trastorno que afecta a algunos niños, bien desde el nacimiento o desde la primera infancia, que les hace incapaces de formar relaciones sociales normales o desarrollar una comunicación normal. Como resultado el niño puede resultar aislado del contacto humano y absorto en un mundo de actividades e intereses repetitivos y obsesivos.
El autismo se encuentra dentro de la clasificación de los trastornos Generalizados del desarrollo (T.G.D) que se caracterizan por una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: habilidades para la interacción social, habilidades para la comunicación o la presencia de comportamientos intereses o actividades estereotipados según el DSMV
El autismo se presenta frecuentemente (pero no siempre) asociado a la discapacidad mental y de ahí que de ello dependerá el desarrollo y aprendizaje de los niños podrá variar siendo más lento en unos que en otros.
Hace 30 años se creía que el autismo era consecuencia de una mala interacción con los padres y hoy en día muchos papas pueden pensarlo lo cual actualmente los hechos han demostrado que tal concepción es errónea. Los datos médicos actuales sugieren claros orígenes biológicos para el autismo incluyendo factores genéticos, ambientales pero no se conoce a ciencia cierta hoy en día la causa.
En otros tiempos solía considerarse que los niños con autismo no eran educables. En la actualidad felizmente esta concepción se ha mostrado falsa y los gobiernos de muchos países proporcionan medios para la educación especial de niños con autismo. Es por eso que no debemos dejar de lado la importancia que tiene un diagnostico precoz del trastorno lo cual puede constituirse en uno de los elementos imprescindibles que favorezcan el pronóstico y la evaluación posterior.
En la actualidad ya existe un amplio consenso al respecto de las señales de alerta que pueden ser muy relevantes en caso de ser observadas al año de vida y que por tanto, pueden constituirse en elementos que precipiten una detección temprana del trastorno.
Estas Señales de alerta son:
– Menor uso del contacto ocular.
– Ausencia de respuesta de orientación al nombre.
– Ausencia de la conducta señalar.
– Ausencia de conductas de mostrar objetos.
Existe una prueba llamada CHAT (Checklist For Autism in Toddlers ) por sus siglas en ingles diseñado para detectar el autismo desde los 18 meses y consta de una sección de preguntas y otra de observación que tiene que realizar el pediatra . La misma que proporcionara señales de alerta que indicaran la necesidad de realizar una evaluación a profundidad.
Parte de esta evaluación en caso de sospechas se debe realizar en un hospital ya que el procedimiento a menudo supone una serie de indagaciones especializadas tales como pruebas de oídos, exámenes médicos y neurológicos para descartar otras complicaciones.
Enfrentarse a la Noticia
Descubrir que nuestro niño sufre un trastorno que da lugar aún tipo de discapacidad que durara toda la vida es sin duda un golpe tremendo. Cuando los padres se dan cuenta que el niño tiene Autismo y que no se trata de una “etapa” que está atravesando en ese instante se atraviesa por una serie de emociones que van desde la desesperación la depresión la negación, y hasta el sentimiento de fracaso como padres lo cual desde luego es falso y comprensible, por el desconocimiento a lo que se enfrentan.
Lo que nos resta es empezar a trabajar lo antes posible.
Se Dice con insistencia que las personas con Autismo son aprendices visuales y que en consecuencia la información presentada por ruta visual y de manera secuencial es más fácil de aprender y comprender que aquella presentada en forma auditiva y temporal. Estos son los denominados Apoyos visuales los cuales pueden ser fotos de los objetos reales, fotografías con imágenes o dibujos. Estos pasos serán evaluados y sopesados por la persona capacitada y con conocimiento en tratamiento a niños con T.E.A. (Trastorno de Espectro Autista).
Atención temprana
Existe un consenso internacional de que la Atención Temprana puede modificar el mal pronóstico tradicionalmente asociado a los niños con autismo.
La intervención desde el momento del diagnóstico tiene además un indudable efecto positivo en la familia , que recibe el apoyo necesario en un momento crítico de su vida y siempre bajo una supervisión continuas por equipos o Centros con experiencia resulta de mucha ayuda pues se ve un avance y frutos los cuales son muy gratificantes para la familia.
La integración apoyada al medio escolar ordinario permite que estos niños y niñas accedan a un medio social estimulante donde el resto del alumnado puede apoyarles a la vez de aprender a tratar a una persona con discapacidad.
Todos necesitamos una sociedad solidaria, una sociedad que avance hacia el objetivo de garantizar la plena ciudadanía a las persona afectadas con este trastorno de manera que se favorezcan y aprecien sus cualidades, se acepte su diversidad y se impulse su bienestar su contribución positiva al mundo que todos compartimos.
El Autismo no es una enfermedad, es una condición.
Cuando no puedas correr trota,
cuando no puedas trotar camina,
cuando no puedas caminar usa
el bastón pero nunca te detengas.