La metalingüística es la capacidad de un sujeto para conocer los rasgos y funciones del lenguaje, para reflexionar y utilizarlo de manera adecuada. Esta capacidad permite a la persona el control y la planificación intencionadamente sobre los procesos cognitivos para la comprensión y producción del lenguaje.
Dentro de las capacidades metalingüísticas está la competencia metafonológica, que se refiere a la capacidad de identificar los componentes fonológicos de las unidades lingüísticas y manipularlas de manera deliberada. Esto es la conciencia fonológica, es la habilidad que nos permite reflexionar y descomponer el lenguaje en unidades cada vez más pequeñas, palabras, sílabas y fonemas y manipularlos de forma explícita. Permite identificar, segmentar o combinar de manera intencionada las sílabas, las unidades intrasilábicas y los fonemas.
Para el desarrollo y la adquisición del lenguaje y la lectoescritura es fundamental haber adquirido con anterioridad la conciencia fonológica y dentro de esta, la conciencia fonémica, es decir las unidades más pequeñas del habla.
A través de las actividades de juego e interacción social los niños adquieren experiencias del lenguaje oral. Estas experiencias hacen que adquieran habilidades en la conciencia fonológica, tanto de reconocimiento como de identificación de los sonidos del habla, fundamentales para el desarrollo y adquisición de habilidades del niño. El desarrollo del lenguaje escrito está muy relacionado con el lenguaje oral, su estructura y comprensión.
Para la adquisición adecuada del lenguaje, para trabajar la pronunciación y para la adquisición de la lectoescritura es muy importante trabajar la conciencia fonológica. Existen diferentes materiales en la red que nos permite trabajarla de una manera divertida y creativa. Os animamos a desarrollar esta capacidad en los niños y hacer que las dificultades a la hora del desarrollo y adquisición del lenguaje y la lectoescritura sean menores.