Pautas y estrategias para afrontar los miedos y las fobias

Muchos niños tienen miedos irracionales que van desapareciendo a lo largo de su desarrollo. Los miedos más comunes son: a la oscuridad, a sentirse solo, a lo desconocido, a los monstruos,… Estas reacciones y miedos son muy comunes, dado que aún no tienen una comprensión completa del mundo y no diferencian bien lo real de lo imaginario. La mayoría de los niños con un desarrollo normal superan estos miedos sin intervención específica.

Los niños con autismo suelen tener otros temores y fobias más estables, intensas, duraderas y difíciles de manejar. Algunos de estos miedos y fobias están causados por la hipesensibilidad que tienen los niños con autismo a ciertos estímulos; están relacionadas con sus experiencias sensoriales (táctiles, visuales, auditivas) que hacen que perciban luces, sonidos, roces, de manera muy intensa. Estos niños ante estímulos inofensivos como cortar las uñas, el pelo, el dentista tienen reacciones de pánico, gritan y manifiestan ansiedad. La hipersensibilidad táctil podría ser la causa de la fobia de los niños con autismo a cortarse las uñas, el pelo o a ponerse zapatos nuevos. La hipersensibilidad auditiva hace que reaccionen de manera adecuada a los sonidos de la batidora, el secador, el aspirador y al bullicio.

Estas experiencias sensoriales diferentes desencadenan conductas inadecuadas, pero el abordaje de éstas es diferente al que se usa en los problemas de conducta. No se puede forzar a un niño con autismo a enfrentarse a sus miedos y fobias porque lo que conseguiremos es que estas se hagan más fuertes y aumente su pánico y su temor. Estas fobias y miedos requieren un trabajo planificado, secuenciado con aproximaciones sucesivas al estímulo fóbico mediante un programa de desensibilización sistemática que implica una exposición gradual, secuenciada y sistemática al estímulo fóbico. Algunos ejemplos de estos miedos pueden ser: el miedo a los globos, a cortarse las uñas, a ir al dentista, a cortarse el pelo, a una escena inofensiva de dibujos, etcétera.

A veces los miedos no son muy intensos y los niños desarrollan estrategias para para tolerar los estímulos fóbicos. Pero otras veces, estos miedos y fobias pueden llegar a condicionar la dinámica familiar, limitan las experiencias de aprendizaje del niño, y en casos extremos, ocasionan daños físicos al propio niño o a las personas de su entorno.

La fobia requiere un programa de intervención específica si:

  1. Supone un riesgo físico para el niño o para algún otro familiar.
  2. Limiten las rutinas cotidianas y la dinámica familiar.
  3. Limiten las situaciones de aprendizaje del niño.
  4. Generen intenso malestar y angustia

Cuando esto sucede el miedo se convierte en objetivo de intervención psicoeducativa y va a requerir la ayuda de profesionales que asesoren a la familia mediante un programa específico para abordar la fobia.

LO QUE NUNCA DEBEMOS HACER ANTE UNA FOBIA

  1. Impedir físicamente que el niño se aparte o huya del estímulo fóbico: Usar la fuerza física para que el niño se exponga ante el estímulo fóbico con la idea de que si se enfrenta al miedo se dará cuenta de que es inofensivo y superará el miedo hará que el niño tenga más ansiedad y lo más probable es que intensifiquemos la fobia.
  2. Dar argumentos y explicaciones para solucionar el problema: Las fobias son irracionales e impermeables y resistentes a las argumentaciones y charlas explicativas. Explicarle a un niño con tranquilidad y paciencia que no le va a pasar nada no suele hacer desaparecer las manifestaciones de miedo y angustia.
  3. Perder la paciencia: Cuando las fobias interfieren en la rutina familiar, limitan actividades cotidianas y afectan directa o indirectamente a otros miembros de la familia, puede ser complicado mantener la calma y ser pacientes ante las exigencias irracionales del niño. Enfadarse, castigar o terminar infravalorando el miedo empeorará el problema, Eliminar el miedo ante un programa de desensibilización sistemática o aproximaciones sucesivas al  estímulo fóbico es un proceso lento que exige a los adultos ser sistemáticos y pacientes para que los esfuerzos sean recompensados.
  4. Dejar que el miedo sirva como excusa para evitar otras situaciones menos atractivas: A veces sin ser conscientes de ello podemos estar reforzando estas situaciones de miedo y ansiedad aportando beneficios adicionales al niño ante las fobias. Por ejemplo dejar que el niño se acueste en la cama de los padres si tiene miedo por las noches. Ante esta actuación el niño aprenderá que mostrando miedo y ansiedad no sólo evitará tener que enfrentarse a lo que no le gusta, son que obtiene algo muy gratificante  y podría ocurrir que el miedo se convirtiese en una excusa para evitar cualquier situación poco atractiva y que el niño ampliase sus fobias. Evitar que el niño se enfrente al estímulo que teme es el primer paso de cualquier programa dirigido a superar las fobias, pero la retirada o alejamiento de la situación se debe hacer pensando en odas las consecuencias adicionales y asegurándose que el niño no obtiene refuerzo por su miedo.

ESTRATEGIAS PREVIAS A UN PROGRAMA DE DESENSIBILIZACIÓN SITEMÁTICA

Como hemos dicho ya anteriormente, muchas de las fobias de los niños con autismo están causadas por la hipersensibilidad táctil o auditiva. Para prevenir y adaptar el entorno a las características del niño debemos hacer un trabajo previo de observación detallada en el que localicemos los estímulos que le incomodan y provocan ansiedad al niño. Si hablamos de una hipersensibilidad táctil debemos descubrir cuáles son las texturas y materiales que incomodan al niño. A veces basta con cortar etiquetas, no usar suavizante o lavar la ropa nueva antes de estrenarla.

En todos los casos en los que haya dificultades relacionadas con la percepción de modalidades sensoriales, es aconsejable llevar a cabo un programa de habituación a la estimulación que resulta molesta. En los niños con hipersensibilidad auditiva es conveniente jugar y realizar actividades que le permitan habituarse a los sonidos de diferente tono e intensidad como usar juguetes con sonidos, escuchar grabaciones de sonidos ambientales, etcétera.

También es útil exponer al niño a situaciones estimulares de manera indirecta, como ver fotos, vídeos, grabaciones de escenas donde aparezcan su estímulo fóbico para así abrir el camino antes de comenzar el programa de intervención.

PASOS DE UN PROGRAMA DE DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA

Los pasos variarán de un caso a otro, pero el planteamiento debe basarse en ir consiguiendo una aproximación tranquila y sucesiva a la situación temida.

  1. 1.      Identificar el estímulo fóbico
  2. 2.      Elaborar una jerarquía de situaciones relacionadas con el estímulo fóbico que provocan diferentes grados de ansiedad y angustia. La lista tiene que estar ordenada según el nivel ansiedad que provoca de menor a mayor.
  3. 3.      Seleccionar una o dos respuestas que faciliten la relajación.
  4. 4.      Exponerle de manera programada, sistemática y regular a las situaciones temidas, siempre garantizando el éxito. Comenzaremos con la que provoca menos ansiedad e iremos introduciendo las siguientes situaciones de la lista una vez que la anterior deje de provocarle miedo y ansiedad.
  5. 5.      La filosofía que guía cualquier programa para afrontar las fobias y superar los miedos consiste en el acercamiento gradual y progresivo al estímulo fóbico.

ALGUNO DE LOS MIEDOS MÁS COMUNES EN NIÑOS CON AUTISMO

  1. 1.      Miedo a cortarse el pelo.

Muchos niños con autismo tienen pánico a cortarse el pelo. Este miedo puede tener diferentes causas: hipersensibilidad táctil que sienten cuando el perlo le cae en su cuerpo, la hipersensibilidad auditiva al ruido de las tijeras, el secador o la maquinilla eléctrica, el miedo a un estímulo peligroso como las tijeras, etcétera.

En estos casos es muy útil el uso de algunas medidas que describiremos a continuación:

–          Elaborar una agenda visual en la que aparezca la actividad de cortarse el pelo seguida de otra reforzante para el niño, por ejemplo primero ir a la peluquería y luego ir al parque, o usar la Tablet.

–          Usar las imágenes y los pictogramas para anticipar los pasos que hay que dar en la peluquería por ejemplo: entrar, saludar, esperar, sentarse en el sillón, colocar la capa, peinar, cortar el pelo, sacudir, pagar, despedirnos y salir de la peluquería.

–          Es imprescindible usar la capa para que el pelo no les caigan es su cuerpo y no les pique.

–          En el caso de niños con hipersensibilidad auditiva podría ser útil usar auriculares con música estimulante que le ayude a relajarse e impida que escuche el uso de las tijeras, o el secador. Esto sería conveniente en las primeras fases del programa.

–          Ayudaría realizar diferentes ejercicios de habituación a diferentes sonidos como aproximar cascabeles a la oreja del niño, mover sonajeros, etcétera.

–          Es adecuado ir siempre a la misma peluquería y explicar al peluquero como es el proceso que se debe llevar a cabo con el niño. Esto también ayudará a que el niño se familiarice con el lugar y la persona que le corte el pelo.

–          Habituar al niño a cortarse el pelo enseñando videos de personas que se pelan, jugar a las peluquerías, cortar el pelo a muñecas o ver como sus familiares se cortan el pelo.

El primer paso de una desensibilización sistemática sería elaborar una lista enumerando las situaciones que provocan menos ansiedad, hasta las que provocan más ansiedad, para que el niño se vaya enfrentando progresivamente a esas situaciones, comenzando por lo que le provoca menos miedo, e ir aumentando la dificultad progresivamente cuando el paso anterior ya está conseguido. Un ejemplo de esta lista puede ser la siguiente:

  1. Ir a la peluquería y permanecer tranquilo mientras le cortan el pelo a un familiar.
  2. Comerse una chuchería en la silla donde se corta el sin que nadie le toque la cabeza.
  3. Comerse una cheche en la silla donde se le corta el pelo mientras el peluquero le peina.
  4. Sentarse en  la silla comiéndose una cheche mientras el peluquero le corta una parte del pelo, preferiblemente la parte posterior de la cabeza.
  5. Igual que el punto cuatro pero que el peluquero le corte el flequillo y la nuca.
  6. Igual que cinco pero contándole toda la cabeza.

En un programa de desensibilización sistemática es muy importante que no se pase al siguiente paso si no está conseguido el anterior, hasta que el niño no tolere el paso uno, no se debe pasar al paso dos. Es imprescindible el uso de reforzadores en cada uno de los pasos. Es fundamental también que los peluqueros estén enterados del programa, las hipersensibilidades y se les haya dado pautas anteriormente de cómo hacer una desensibilización sistemática. Se aconseja visitar frecuentemente la peluquería y no dejar que pase mucho tiempo entre las visitas. Para evitar que le niño lleve el perlo cortado de manera desigual se aconseja al peluquero que corte sólo las puntas en las primeras fases del programa.

  1. 2.      Miedo a sonidos cotidianos.

La hipersensibilidad auditiva hace que muchos niños con autismo no soporten ruidos a los que nosotros estamos expuestos de manera habitual. Estos niños presentan pánico, gritos rabietas, rechazo y autoagresiones a situaciones habituales como usar el aspirador, la batidora, maquinaria pesada etcétera. Estos sonidos que a nosotros nos parecen habituales a ellos les resultan insoportables. En ocasiones, se puede evitar que el niño se enfrente a este tipo de situaciones, pero en otros casos es imposible controlar estos ruidos y hacen que interfieran en nuestras rutinas y alteran la dinámica familiar.

En ocasiones los niños con autismo usan estrategias como taparse los oídos ante estos ruidos para soportar la situación, pero en otras ocasiones es necesario abordar el problema mediante un programa de desensibilización sistemática que haga que el niño se habitúe al estímulo que desencadena este malestar.

Algunas de las ideas previas que debemos conocer ante de realizar una intervención ante este tipo de fobias son las siguientes:

–          Anticipar con pictogramas o una imagen que se va a usar la aspiradora.

–          Planificar una actividad reforzante para el niño mientras se usa la aspiradora.

–          Aumentar progresivamente el tiempo durante el cual el aspirador está en marcha, comenzado primero con unos pocos segundos.

–          Dejar que el niño juegue con el aspirador antes de ponerlo en marcha

–          Realizar juegos y ejercicios con diferentes sonidos mediante grabaciones de sonidos reales, ver escenas de vídeos, etcétera.

A continuación se debe se debe seguir un programa de desensibilización sistemática, para que el niño vaya tolerando el estímulo fóbico de manera progresiva. Un ejemplo de los pasos que deberíamos seguir sería el siguiente:

  1. Usar el aspirador en una habitación alejada del niño durante pocos segundos y con la puerta cerrada. Puede servir de ayuda poner música en la habitación en la que está e niño e ir bajándola de manera progresiva.
  2. Igual que el paso número uno pero con la puerta abierta.
  3. Acercar el aspirador a una habitación cercana al niño
  4. Aceptar que se use el aspirador en la misma habitación del niño. Debemos tener en cuenta que si el niño muestra mucho rechazo este último paso no es necesario, ya que se le puede mandar a otra habitación mientras se termina de limpiar.

Lo primordial es ir aumentando progresivamente el tiempo y la cercanía del aparato eléctrico hasta que el niño sea capaz de tolerar el uso de la aspiradora cuando está en casa. El programa también es un éxito si el niño debe abandonar la habitación donde se usa la aspiradora o tiene que escuchar música mientras se llevan a cabo la tarea de limpieza ya que estas condiciones son funcionales y no impiden el uso del aspirador.

Algunos sonidos fóbicos son más difíciles de controlar como los ladridos de perros, los fuegos artificiales, las tormentas, el ruido de las obras, etcétera. Para llevar a cabo un programa de intervención en estos casos, será necesario el uso de grabaciones y vídeos  que podamos manipular y controlar y exponer al niño de manera gradual a ellos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *