Eddie (izquierda) y Guinness, dos perros de asistencia para niños con autismo.
Foto: Miguel Ángel Signes Llopis
Perros de Asistencia para niños con Autismo
La primera experiencia y el primer Perro de Asistencia entrenado y entregado a un niño con Autismo fue en Canadá (allí los denominan Perros de Servicio y en España esta denominación se refiere a los perros que utilizan las personas con problemas de movilidad reducida) por el National Service Dogs en el año 1996.
Esta organización canadiense en un principio entrenaba a los perros para ayudar a que los niños con Autismo pudieran integrarse mejor en la sociedad, reducirles las conductas de fuga y mejorar la calidad de vida de sus familias. Más adelante, también en el Reino Unido se entrenaron y entregaron este tipo de perros y desde hace unos cuatro años en España, por varias organizaciones, ya se van entregando algunos de ellos. Desde el año 1996 hasta la actualidad se ha visto que los Perros de Asistencia entrenados específicamente para estos niños pueden cumplir muchos objetivos (además de los anteriormente nombrados) como pasaré a detallar en el punto 2.
1.- Bases científicas
No hay muchos estudios respecto a Perros de Asistencia para Autismo pero si se han utilizado algunas bases científicas (aunque por desgracia no hay muchas) sobre la realización de Terapia Asistida con Animales (TAA) con Autismo que se han tenido muy en cuenta a la hora de entrenar y acoplar a un Perro de Asistencia para niños que tienen este trastorno.
Sabemos que los animales en TAA, con diferentes colectivos con diversidad funcional, hacen de agentes motivadores y reforzadores de conductas, además de catalizadores de emociones, sus efectos socializadores son muy efectivos, y fomentan, entre otras cosas, el aumento de las habilidades sociales; la atención; la concentración; la comunicación; y la autoestima.
A este respecto y en cuanto al Autismo los autores Granger y Kogan (2.003) nos dicen: “El uso de la TAA ha tenido éxito en niños con autismo, especialmente en el aumento de la autoestima, la socialización y el desarrollo de las habilidades del lenguaje (Law & Scott, 1995)”.
También, según un estudio publicado en la revista ‘Plos One’ por Marguerite E O’Haire y sus colegas de la Universidad de Queensland, Australia, afirman que la presencia de un animal puede aumentar significativamente las conductas sociales positivas en los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Más información en el artículo “Los animales fomentan las conductas sociales de los niños con autismo”:www.europapress.es/salud/noticia-animales-fomentan-conductas-sociales-ninos-autismo-20130228092159.html
2.- Perros de Asistencia para niños con Autismo
Los Perros de Asistencia para niños con TEA les aportan muchos beneficios, hacen de facilitadores del niño con el entorno y además les mejora su calidad de vida. Estos perros cuando antes se entreguen al niño mejor, así le ayudan en su estimulación temprana, tan importante para un mejor desarrollo del mismo, siendo una buena edad para entregarlos a partir de cumplidos los 3 ó 4 años.
Entre estos beneficios tenemos, entre otros, los siguientes:
— Disminución/reducción de conductas de fuga: Como he citado anteriormente, el perro les ayuda a evitar conductas de fuga. Estos niños como van anclados al perro mediante un anclaje (aproximadamente de 80 centímetros de longitud) que va del cinturón del niño al arnés del perro; cuando hay una fuga el perro la bloquea (se sienta o se acuesta) y el niño no puede fugarse.
https://www.youtube.com/watch?v=zv6OOS5o3PY
Hay que resaltar que dentro de este trastorno hay un alto nivel de niños que tienen estas conductas, más información al respecto en los siguientes artículos:
* Sobre el peligro de escaparse: autismodiario.org/2011/07/19/informe-preliminar-sobre-el-peligro-de-escaparse-de-los-ninos-con-autismo/
* Informe Final:autismodiario.org/2012/10/18/informe-final-sobre-el-peligro-de-escaparse-de-los-ninos-con-autismo/
Además, estos perros ayudan y se pueden utilizar para trabajar con el niño los siguientes objetivos:
— Reducción de las conductas estereotipadas:
A este respecto (Burch, 2.003) nos dice: “Los pacientes con estereotipias como el balanceo, aleteo de las manos, o que hacen ruidos, pueden mostrar menos conductas de falta de adaptación en presencia de un animal”.
En algunas de las sesiones de TAA en las cuales he participado con mis perros he podido comprobar cómo una persona adulta con Autismo con una estereotipia de palmeo de manos, la cual le impide realizar muchas actividades de su vida diaria, en presencia de los perros (Airon y Guinness) deja de tenerla. Más información el pagina número 15 del reportaje“Personas con discapacidad intelectual mejoran su calidad de vida gracias a terapias con animales”, donde una de las psicólogas lo cita: www.saforguia.com/filecddigiteca/00262SG_1190_p.pdf
— Ayudan a tolerar los tiempos de espera y aumentan la tolerancia a la frustración: Pongamos el ejemplo de que el niño cuando va con el perro paseando quiere ir “ya mismo” a una zona de juegos infantiles. Se le dice que se espere, que ahora vamos y se frustra intentando ir hacia la zona de juegos. Como el perro no le va a dejar que se vaya hasta que se le ordene, se puede trabajar perfectamente la tolerancia a la frustración.
— Aumentan la interacción social y las habilidades sociales.
— Aumentan la atención y concentración: al ir acompañados del perro prestan más atención y concentración a su entorno inmediato.
— Aumentan el contacto ocular.
— Aumentan la comunicación verbal y no verbal.
— Aumentan el aprendizaje: El perro puede enseñarle a caminar correctamente por la calle, todo ello encaminado a su seguridad durante los paseos con el fin de prevenir accidentes.
El niño al ir cogido al perro y pasear con él, le enseña a pasear correctamente ya que es el animal quien va dirigiendo el paseo por la zona donde se debe hacer correctamente; lo más alejado posible del bordillo de la acera, independientemente de la dirección en la que se vaya paseando (acera derecha o izquierda).
Trabajando los semáforos con Guinness. Foto: Miguel Ángel Signes Llopis
También, dependiendo del estado cognitivo del niño, les puede ayudar a conocer y distinguir el significado de los colores de las luces de los semáforos y aprender cómo y cuándo utilizarlos. Personalmente las veces que he trabajado en este tema lo he hecho de la siguiente forma con mi Perra de Asistencia, de nombre Guinness:
La perra lleva en su arnés dos pictogramas, uno de color verde y otro de color rojo, pegados con velcro.
Cuando paseando se llega al semáforo peatonal en rojo, la perra se para, el niño le da el pictograma de color rojo a su madre y un premio a la perra por pararse y hacerlo bien. Cuando se pone de color verde el niño le da el picto verde a su madre y se continúa el paseo.
Cuando paseando se llega al semáforo peatonal en verde, la perra se para, el niño le da el picto de color verde a su madre y cruzan. Una vez han cruzado y están en la otra parte de la acera (fuera de peligro), el niño puede darle un premio a la perra por haberlo hecho bien (o bien se continúa el paseo).
En Costa Rica, por poner un ejemplo, sería al revés ya que hay pocos semáforos peatonales. Con lo cual, habría que guiarse cuando haya prohibición de paso para los coches (semáforo en rojo) que es cuando puede cruzar el perro junto con el niño.
— Aumentan la compresión y el seguimiento de instrucciones.
— Bajan el estrés y la ansiedad:
El acariciar y/o cepillar al animal ya reduce ambas sintomatologías.
También a este respecto haré referencia a un estudio en el que muestran que los niños con Autismo experimentan una disminución del nivel de cortisol después de que un perro especialmente adiestrado haya entrado en la familia. Más información en el artículo: “Los perros reducen el estrés de los niños con autismo”:
argos.portalveterinaria.com/noticia/6531/ACTUALIDAD/perros-reducen-estrés-niños-autistas.html
— Les ayudan en la adaptación a nuevos entornos: Me consta por mi experiencia que hay niños/as que tienen muchos problemas, por ejemplo, cuando van al médico. Si entran con el perro es totalmente diferente y les reduce notablemente las crisis, rabietas o pataletas que puedan tener.
— Ayudan en problemas en los patrones de sueño: Hay algunos niños que tienen este problema y al dormir con el perro, este les relaja a través del tacto: el pelo y el calor que desprende el animal relajan al niño.
También se utilizan estos perros para poder “bloquear” al niño en la cama para que no se mueva.
3.- Aarón y Xena
El pasado mes de diciembre de 2.012 tuve el placer de entregar, de forma totalmente gratuita, una Perra de Asistencia entrenada para un niño con Autismo en Costa Rica, de nombre Aarón y de 8 años. La perra se llama Xena y fue entregada con 10 meses de edad.
Xena, fue específicamente entrenada para cumplir los siguientes objetivos con su usuario Aarón:
— Reducción de las conductas estereotipadas.
— Reducción de las conductas disruptivas: Aarón tenía conductas de alejamiento cuando escuchaba un sonido agudo. Al ir anclado a la perra le reduce estas conductas de alejamiento bloqueándoselas.
— La adaptación a nuevos entornos.
— Enseñar a caminar correctamente por la calle, todo ello encaminado a su seguridad y prevención de accidentes durante los paseos.
—La bajada del estrés y la ansiedad.
Aquí pueden ver un vídeo de la fase de adaptación de Xena con Aarón (y su madre):
https://www.youtube.com/watch?v=DJP7Jfmraeo
También se pudo comprobar en la fase de adaptación que el niño tenía muchos progresos, entre otros, citaré el de la entrada al autobús. Aarón la primera vez que entró en el autobús con Xena lo hizo con el autobús lleno de gente y estuvo de pie en la parte trasera. Esto jamás había sucedido ya que antes de entrar con Xena iba a la zona de discapacidad y pedía a la gente sitio para sentarse y en el caso de que no pudiera ir sentado, le entraba una crisis. Además no subía al autobús si estaba lleno de gente.
4.- Entrenamiento de este tipo de perros
Muchas organizaciones no empiezan a entrenar a este tipo de perros hasta que han cumplido el año (o el año y medio) de edad. Desde los dos meses al año (o año y medio) a los perros los dejan en casas de acogida para que una familia haga que el cachorro/joven se socialice con otros perros y personas, entre en lugares públicos, etcétera.
Mi forma de trabajar es distinta, ya que empiezo a trabajarlos desde los dos meses de edad, con el fin de que la persona usuaria se beneficie cuanto antes de este tipo de perros y también para que pueda ejercer el derecho a su autonomía personal, su integración social y al acceso en igualdad de condiciones que los demás al entorno que le rodea. Así una hembra puede trabajar perfectamente a los 10 meses de edad (sirva de ejemplo el de Xena) y un macho, puede trabajar a partir de los 12 a los 14 meses.
4. 1.- Equipo Multidisciplinar
Para el entrenamiento de este tipo de perros es bueno que ya se tenga el usuario adjudicado antes de llegar a entregarlo. Esto nos lleva a que haya antes que todo un Equipo Multidisciplinar que estará formado un profesional de la salud (puede ser perfectamente de la rama de la Psicología) y si pudiera ser posible, también por un profesional de la educación, con el fin de poder trabajar el niño otros objetivos con el perro en vía pública o en su domicilio.
Esta organización multidisciplinaria permite que se concreten de forma precisa las habilidades a trabajar y los procedimientos que se aplicarán dentro de la programación establecida para la persona usuaria y así como, para el entrenamiento del perro encaminado a cubrir los objetivos terapéuticos (marcados por el profesional de la salud) y los educativos (marcados por el profesional de la educación).
4.2.- Habituación a todo tipo de manipulaciones
Una vez seleccionado el animal (tiene que carecer de agresividad y miedo) y comprobado que posee en un principio Sensibilidades Medias (auditiva, corporal, olfativa, visual y mental), lo que nos dice que estamos ante perros equilibrados; hay que fomentarle/aumentarle la sensibilidad mental y corporal mediante la habituación a todo tipo de manipulaciones, con el fin de que tenga una mayor tolerancia al estrés en el futuro.
Las manipulaciones consisten en:
— Acostumbrarlo a que se deje tocar todas las zonas de su cuerpo (sobre todo la cara y miembros genitales).
— Acostumbrarlo a un manejo rudo, a veces, las personas con TEA suelen tener este tipo de manejo.
— Acostumbrarlo a que realizan comunicaciones agonísticas (agresivas) que el perro no se las tiene que tomar como tales, todo lo contrario. Por poner un ejemplo, el mirar fijamente a un perro ya es una comunicación agonística; aún más, si la persona se le acerca a la cara y le sigue mirando fijamente.
— Acostumbrarlo a chillidos, voces altas, rabietas, pataletas y a las estereotipias que suelen tener (aleteo de manos, balanceo, etc.…).
— Acostumbrarlo a “golpes”, con las manos o pies, en el hocico y en todas las partes del cuerpo, con el fin de que si al perro se le da un golpe (o pisotón) sin querer en el futuro, no reaccione al mismo.
4.3.- Entrenamiento/Adiestramiento específico
Estos perros junto con el niño siempre deben de ir acompañados por una persona adulta (generalmente suele ser su padre o su madre) que guiará al perro. Para que el perro cumpla mejor su labor con el niño deberá ir suelto y será guiado por esta persona adulta. Estos perros deberán ignorar completamente las órdenes (verbales y no verbales) que les de el niño y solo las cumplirán cuando la persona adulta de su consentimiento.
Estos perros deben de tener, como mínimo, el siguiente entrenamiento:
— Obediencia básica (sentado, echado, llamada, caminar al lado y quieto).
— Sentado/Echado y quieto en el interior o fuera de establecimientos públicos. No se tiene que mover aunque lo saluden, lo llamen o le tiren comida.
— No podrá saludar a perros o personas mientras esté trabajando, a no ser que se le ordene que lo haga. Ni tampoco deberá distraerse, aunque le llamen, le tiren comida o incluso un perro le tire a morder.
— Necesidades fisiológicas bajo control de una orden.
— En lugares desconocidos para el perro debe trabajar igual de bien que en lugares que le sean totalmente conocidos.
— Coger y soltar objetos a la orden.
— Comer y beber a la orden.
— Subir y bajar escaleras normales y mecánicas.
— Parar en los pasos de cebra a una distancia prudencial (lo que mida el anclaje) para que el niño no sea atropellado.
— Debe estar acostumbrado a las conductas de fuga.
— Debe estar acostumbrado a transportes públicos (autobús, tren, coche, etcétera).
— Debe estar acostumbrado a olores de bares, supermercados, centros comerciales y establecimientos donde se vendan o consuman alimentos.
Fuente
Autismo Diario
Sobre el autor del artículo:
Miguel Ángel Signes Llopis.
Autor del libro “Manual de Educación y Adiestramiento de Perros de Terapia”, ISBN: 978-9968-539-09-8, publicado en 1ª Edición en Costa Rica. Junio del 2.012.
Usuario de dos Perros de Asistencia (de nombre Guinness y Eddie) en la especialidad de perros incluidos en los proyectos de terapia asistida con animales de compañía (TAAC) acreditados oficialmente por la Generalitat Valenciana; y ambos, entrenados específicamente para trabajar con personas con Autismo.
Instructor de Perros de Asistencia en la especialidad de TAAC acreditado por la Generalitat Valenciana.