El síndrome de Asperger (S.A.) está reconocido por la OMS como un trastorno generalizado del desarrollo TGD de carácter crónico y severo que implica la alteración cualitativa del desarrollo social y comunicativo e intereses restringidos y estereotipados producto de la rigidez mental y comportamental.
No lleva asociado retraso mental o retraso grave del lenguaje.
Está encuadrado dentro de los trastornos del espectro autista T.E.A..
Las dificultades en el lenguaje que observamos en el S.A. son de regulación social. El problema es que les cuesta trabajo adaptar el lenguaje al contexto social. Como resultado, le pueden hablar de la misma manera a un compañero de clase, que a un profesor o a sus padres.