LOS BENEFICIOS TERAPEUTICOS DEL CANABIDIOL (CBD) EN EL TRATAMIENTO DEL AUTISMO Y LA EPILEPSIA.

El interés en el uso del cannabidiol (CBD) ha aumentado significativamente en la última década debido a su potencial terapéutico en una variedad de condiciones médicas, incluyendo la epilepsia. A diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), el CBD no produce efectos psicoactivos, lo que lo hace más atractivo para su uso medicinal. Además, se ha demostrado que el CBD tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, ansiolíticas y neuroprotectoras, lo que lo convierte en un candidato prometedor para el tratamiento de diversas enfermedades y condiciones, incluido el autismo.

El Cannabidiol, es uno de los dos componentes cannabinoides más importantes de la planta de cannabis, que se encuentra en proporciones variables dependiendo de la cepa. Mientras que en algunas es mínimo, en otras puede ser el más abundante, o bien puede encontrarse en proporciones más o menos iguales que el THC.

La planta tiene algunos compuestos que tienen efecto psicoactivo (alteración de la percepción y modificación del estado de ánimo) y otros no. Dentro de los primeros se encuentran el delta-9-THC, el CBN (cannabinol) y el delta-8-THC, con distintas potencias y concentraciones en la planta, siendo el más potente y abundante el delta-9-THC. Estos compuestos son los responsables de producir los efectos buscados por los usuarios recreativos, es decir “el viaje”.

Por el contrario, si bien el CBD es un compuesto que actúa en el sistema nervioso central y por lo tanto es psicoactivo, no tiene los efectos psicotrópicos del THC. Por el contrario, antagoniza los efectos psicotomiméticos (psicóticos símiles) que éste produce.

Actualmente, el CBD es el cannabinoide al que se le reconocen más efectos beneficiosos para el tratamiento de algunos síntomas y enfermedades, y con mayor margen terapéutico; vale decir, con efectos secundarios leves en un amplio rango de dosis. En general, el CBD es muy bien tolerado.

Las propiedades terapéuticas más importantes del CBD, demostradas con distinta calidad de evidencia son:

• Antiinflamatorio
• Analgésico
• Neuroprotector
• Anticonvulsivante
• Antioxidante
• Anti-náusea y antiemético
• Antitumoral
• Ansiolítico
• Antipsicótico
• Reductor de la apetencia por heroína, cocaína y alcohol
• Inmuno-modulador

Estas propiedades hacen que el CBD se utilice en el tratamiento de múltiples enfermedades y condiciones, algunas de las cuales son:

• Epilepsia
• Enfermedades neurodegenerativas (por ejemplo, Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple)
• Dependencias químicas
• Ansiedad
• Psicosis
• Trastorno del Espectro del Autismo
• Enfermedades inflamatorias crónicas como la poliartritis crónica, enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestinal,
• Acompañamiento de la quimioterapia
• Tratamiento antitumoral

Más allá de sus usos terapéuticos, en algunas jurisdicciones, el CBD es recomendado como suplemento alimentario.

Un vistazo histórico a través de la experiencia de Charlotte Figi

Charlotte Figi, una joven estadounidense que padecía el Síndrome de Dravet (enfermedad que causa una forma grave de epilepsia), encontró alivio en el aceite de cannabidiol (CBD), lo que redujo drásticamente sus convulsiones. Su historia inspiró la creación de una cepa de cannabis con bajo contenido de THC llamada Charlotte’s Web. Su legado sigue vivo en el documental de CNN y en el reporte de Epilepsia, que destacan su lucha y los beneficios del CBD en casos de epilepsia resistente.

El Cannabidiol (CBD) en el tratamiento de la epilepsia

El uso histórico del cannabis en el tratamiento de la epilepsia se remonta a civilizaciones antiguas como Sumeria, y los británicos también lo emplearon en el siglo XIX. Sin embargo, su uso decayó con el surgimiento de fármacos como el fenobarbital en el siglo XX. Recientemente, el interés en el cannabidiol (CBD) ha resurgido debido a casos como el de Charlotte Figi, especialmente en epilepsias refractarias como el síndrome de Dravet y Lennox-Gastaut.

Los estudios muestran que el CBD puede ser efectivo en la reducción de convulsiones, pero también se han reportado efectos secundarios, aunque en su mayoría son leves a moderados. En casos de epilepsia refractaria, donde los pacientes a menudo están polimedicados, la combinación con otros fármacos puede aumentar la incidencia de efectos secundarios.

El Epidiolex es el fármaco más utilizado en estos estudios, y se han observado resultados prometedores a largo plazo, aunque con un porcentaje significativo de efectos secundarios graves. Un estudio reciente en ratones ha proporcionado información importante sobre cómo el CBD inhibe las convulsiones al regular el equilibrio entre los procesos inhibitorios y excitatorios en el cerebro. Este mecanismo puede tener implicaciones en otras condiciones neurológicas, como el autismo.

Los efectos del Cannabidiol (CBD) en el Autismo: avances y perspectivas

La evidencia científica sobre la eficacia del cannabidiol (CBD) en el tratamiento del autismo es aún limitada y en gran parte anecdótica. Algunos estudios preliminares sugieren que el CBD podría ayudar a reducir ciertos síntomas asociados con el autismo, como la ansiedad, la agresión y los problemas de sueño. Sin embargo, se necesita más investigación rigurosa y a largo plazo para comprender mejor su eficacia, dosis adecuadas y posibles efectos secundarios a largo plazo, especialmente en poblaciones pediátricas. Además, es importante considerar que el CBD puede interactuar con otros medicamentos y no está exento de riesgos, por lo que su uso debe ser supervisado por un médico especializado en el tratamiento del autismo.

Potencial terapéutico del Cannabidiol en el manejo del Trastorno del Espectro Autista: Un caso de estudio

El estudio de caso publicado en agosto de 2022 destaca los efectos positivos del uso de cannabidiol (CBD) en un niño de 9 años con trastorno del espectro de autismo (TEA) no verbal. Se observó una reducción significativa en las conductas problemáticas, mejoras en las interacciones sociales, concentración y estabilidad emocional. Es crucial destacar que el CBD utilizado tenía un bajo contenido de tetrahidrocannabinol (THC) para evitar efectos secundarios no deseados. Además, el paciente no estaba tomando medicamentos psiquiátricos, lo que resalta la eficacia del CBD como tratamiento alternativo en este caso.

Una revisión Integral al papel de la Cannabis y los Cannabinoides en el Tratamiento del Autismo

Muchos niños con autismo enfrentan dificultades significativas, y hasta un 40% no responden bien a los tratamientos convencionales o terapias conductuales. Este problema se agrava en la vida adulta, con un aumento en las conductas problemáticas. Además, los efectos secundarios de los fármacos psiquiátricos son preocupantes.

Una revisión sistemática evaluó el potencial del CBD en el autismo y encontró resultados prometedores. Se observó mejoría en una variedad de síntomas, desde la ira hasta la depresión, y se señaló la capacidad del CBD para influir en la regulación neuronal. A pesar de esto, se enfatiza la necesidad de más estudios para confirmar estos efectos y comprender mejor su impacto en las personas con autismo.

Análisis crítico sobre los desafíos en la investigación del Cannabidiol

Los investigadores han enfrentado grandes desafíos en las últimas décadas debido a las estrictas regulaciones sobre la marihuana y sus componentes, lo que dificulta la investigación, el acceso a los productos y la formación de grupos de estudio que incluyan niños, lo cual es comprensible. Aunque otras drogas ilegales, como los derivados del opio, se estudian ampliamente, la marihuana enfrenta más obstáculos, a pesar de sus posibles beneficios terapéuticos. Esto resalta la necesidad de una regulación internacional coherente para estos compuestos, ya que las regulaciones actuales a menudo llevan a prácticas ilegales, lo que puede ser peligroso y no está sujeto a los controles de calidad y seguridad adecuados.

Situación actual en Bolivia

La oposición boliviana impulsa un proyecto de ley para permitir el uso medicinal del cannabis, pero el gobierno se ha mostrado cauto sobre esta aplicación que ya ha sido adoptada por varios países de Latinoamérica.

“Estoy sorprendida por el apoyo, la genta está respondiendo. Seguimos afinando el proyecto y esperamos que en los próximos meses se abra el debate en el Legislativo”, dijo a The Associated Press la senadora Andrea Barrientos. “Hay una nueva generación que ve las cosas de forma diferente. Esta propuesta tiene que ver con la calidad de vida de la gente”, agregó.

Organizaciones que agrupan a pacientes con cáncer han respaldado su iniciativa. La propuesta de Barrientos también se ha ganado el apoyo del alcalde de La Paz, Iván Arias. “En el país hay una sentida necesidad de una norma nacional para el uso del cannabis terapéutico, que puede aliviar el dolor crónico. Proponemos extraer el aceite puro que tiene un uso medicinal increíble. Varios médicos recomiendan su uso”, comentó Arias recientemente en Twitter.

Arias organizó en abril del pasado año un congreso de especialistas para impulsar el uso terapéutico de la marihuana.

Tras conocerse la iniciativa, la ministra de Salud, María Renee Castro, dijo en una rueda de prensa que “hay mucho que aprender y debatir. No todos los compuestos son recomendados para uso medicinal, hay algunos que generan adicción. Hay que estudiar y revisar los estudios científicos”.

Por su parte, el diputado oficialista Hernán Hinojosa explicó que antes de llegar al recinto de la Asamblea el proyecto deberá ser debatido en comisiones legislativas. “Si pasa las comisiones, nosotros apoyaremos”, añadió.

La legislación boliviana tipifica a la marihuana como una droga prohibida al igual que la cocaína y castiga su posesión -así sea un de un gramo- con penas de cárcel de 10 a 25 años. No obstante, en dos ocasiones la justicia falló a favor de dos demandas concretas y autorizó el uso excepcional del cannabis medicinal, una de ellas para una niña de cinco años con parálisis cerebral tratada en Chile donde le recomendaron el uso del aceite de cannabis.

Bolivia es tercer productor mundial de cocaína después de Colombia y Perú, pero el cultivo de la hoja de coca -materia prima de esa droga- está permitido en el país hasta 22.500 hectáreas para usos tradicionales y medicinales, entre ellos las infusiones que se usan para malestares estomacales y la masticación de la hoja para combatir el mal de altura.

El gobierno de Luis Arce anunció que inició una campaña internacional junto a Colombia para sacar a la hoja de coca de la lista de estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas bajo el argumento de que la planta no es una droga en su estado natural.

En América Latina al menos ocho países han aprobado el uso de la marihuana con fines medicinales y, entre ellos, Uruguay incluso permite su consumo recreativo.

Un caso excepcional en Bolivia

La Agencia Estatal de Medicamentos de Bolivia autorizó el uso excepcional de aceite de cannabis por tres meses para una niña con parálisis cerebral y discapacidad severa. La autorización se basa en la Ley N° 913 de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Sustancias Controladas, que permite la importación de sustancias controladas de uso medicinal bajo supervisión médica. El tratamiento previo con cannabis sativa en la niña mostró mejoras significativas en la espasticidad, calidad del sueño y desempeño cotidiano.

Consideraciones finales relevantes

En términos más simples, parece que hay un posible nuevo medicamento que podría ayudar en el control de la epilepsia y en el manejo de conductas problemáticas en personas con autismo. Sin embargo, es importante entender que aunque haya resultados prometedores, no significa que funcione igual para todos. Además, cualquier medicamento, incluso si es a base de plantas, puede tener efectos secundarios graves, como crisis psicóticas. Es crucial ser cauteloso y usar estos productos solo bajo supervisión médica. Muchos padres, desesperados por ayudar a sus hijos con autismo, podrían estar dispuestos a probar cualquier cosa, pero es importante recordar que no todas las soluciones son seguras o efectivas. Es esencial consultar con un médico confiable en lugar de confiar en influenciadores de redes sociales. En resumen, aunque hay avances prometedores en el tratamiento de la epilepsia y el autismo, debemos proceder con precaución y reconocer que no hay soluciones milagrosas.

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BIBLIOGRAFÍA:

DRA. ANNELISE BECKMANN
DIRECTORA / FUNDADORA

Centro de Atencion Temprana Espiral