La metalingüística es la capacidad de un sujeto para conocer los rasgos y funciones del lenguaje, para reflexionar y utilizarlo de manera adecuada. Esta capacidad permite a la persona el control y la planificación intencionadamente sobre los procesos cognitivos para la comprensión y producción del lenguaje.
Dentro de las capacidades metalingüísticas está la competencia metafonológica, que se refiere a la capacidad de identificar los componentes fonológicos de las unidades lingüísticas y manipularlas de manera deliberada. Esto es la conciencia fonológica, es la habilidad que nos permite reflexionar y descomponer el lenguaje en unidades cada vez más pequeñas, palabras, sílabas y fonemas y manipularlos de forma explícita. Permite identificar, segmentar o combinar de manera intencionada las sílabas, las unidades intrasilábicas y los fonemas.
Para el desarrollo y la adquisición del lenguaje y la lectoescritura es fundamental haber adquirido con anterioridad la conciencia fonológica y dentro de esta, la conciencia fonémica, es decir las unidades más pequeñas del habla.