El diagnóstico de trastorno del espectro autista supone un proceso de asimilación de una nueva y compleja realidad, suponiendo una ruptura con las expectativas que se habían creado al hecho de tener un hijo.
Tras en shock inicial, que dificulta la asimilación de información, debemos producir un efecto positivo en la familia y brindar toda la ayuda necesaria a la familia ante esta nueva situación.
En Atención temprana, hay que crear lazos y trabajar conjuntamente con la familia, a la misma vez, siendo objeto de la intervención junto al niño. Los equipos de atención temprana deben de procurar la cohesión familiar y proporcionar en acompañamiento que se requiere ante esta nueva situación.
El objetivo principal de la intervención familiar es ayudar a los padres a superar las distintas etapas de la aceptación de la nueva realidad y atender a sus demandas y necesidades de información y formación. La información debe referirse al trastorno del espectro autista en general y a la situación del niño en particular, dando esta información de forma gradual por parte de los profesionales de atención temprana, de forma que la familia pueda ir asimilándola e interpretándola adecuadamente. Resulta fundamental lograr el ajuste de las expectativas de los padres a las posibilidades reales del niño y de la intervención.