El ser humano tiene un diseño especial para ser sociable, que somos dirigidos por ciertas normas sociales que generalmente no están escritas pero que son costumbres practicadas y aceptadas de forma implícita por el grupo social en el cual se desenvuelve cada persona.
Un ejemplo de esto es el vestido, no se usa el mismo vestido para ir a la playa, que para ir de compras o a trabajar. Nadie puede decir cómo vestir a otro y no hay leyes al respecto, pero si se visten las personas de una manera específica por la aceptación social que hay en el vestir.
Estas normas sociales terminan delimitando la conducta de todos para no ser rechazados y se hace lo que es aceptado y lo que no se evita hacerlo.
Cuando se tiene un hijo con el Trastorno del Espectro del Autismo se rompe de alguna forma una norma que hace sentir diferente al padre en su forma habitual de ser y comportarse.