En cualquier trastorno del neurodesarrollo la detección precoz es fundamental. En los primeros años del niño el cerebro es mucho más plástico, esto quiere decir que tiene capacidad para reorganizarse tras un desajuste, permitiendo así compensar el déficit cerebral. En los Trastornos del Espectro Autista (TEA), detectar los signos de alerta a tiempo es esencial para el desarrollo del niño ya que así podrá beneficiarse lo antes posible de recursos sociosanitarios e iniciar un tratamiento multidisciplinar lo antes posible. El diagnóstico abre puertas y mejora la calidad de vida del niño y la familia con Trastornos del Espectro Autista.
Tenemos que estar atentos al desarrollo de los niños. Ningún niño es igual a otro, no todos adquieren las habilidades al mismo tiempo, pero si vemos un desarrollo anormal debemos alertarnos y actuar lo antes posible. Muchos padres se sienten confundidos y tiene dificultades para entender qué ocurre cuando su hijo no se desarrolla saludablemente y presenta conductas autistas. La confusión de los padres es normal porque algunas señales de alarma son difíciles de comprender y detectar, sobre todo cuando no son profesionales con conocimientos sobre el autismo.