Muchos niños con Trastorno del Espectro Autista tienen una percepción del mundo diferente porque tienen experiencias sensoriales perceptivas inusuales. Responden al mundo que les rodea de forma poco usual, y no sienten del mismo modo que nosotros. Estas experiencias ocasionan hiper o hipo sensibilidad, perciben olores, sabores, texturas, sonidos, movimientos y ven las cosas de otra forma diferente, por lo que hace que su comportamiento sea otro y se relacione con esta forma de sentir. Los niños pueden ser hiposensibles a determinadas sensaciones, es decir que con una pequeña cantidad de esa sensación queda sumamente estimulado, esto puede hacer que haya actividades que le resulten estresante, y evite sensaciones que le molesta como por ejemplo cortarse las uñas, el sonido de la aspiradora, las texturas de algunos alimentos o la luz intensa. Al mismo tiempo pueden ser hiposensible a otras sensaciones, por lo que necesitará una gran cantidad sensación para estimularse. Los niños hiposensibles al movimiento son muy activos, buscan esas sensaciones que necesitan, por ejemplo, corren de un lado a otro, se balancean, saltan o dan vueltas. Hay otros niños con Autismo que son hiposensibles a esas sensaciones pero que son pasivos, es decir reaccionan con dificultad al mundo que les rodea porque no obtienen suficiente estimulación de él pero no las buscan. Los niños no suelen tener un perfil homogéneo, un mismo niño puede ser hiposensible a algunas sensaciones e hipersensible a otras.